martes, 1 de diciembre de 2009

Kouyasan

El otro día un grupo de personas que había conocido en la universidad propusieron ir a Kouyasan, una montaña cerca de Osaka (bueno, a una hora y media en tren). Por diversos motivos (sobre todo trabajo! los estudiantes aquí tienen muchísimos proyectos que hacer), finalmente el grupo se redujo a una chica japonesa y yo. Bueeeno, al menos una excursión que no voy sólo!

Desde la estación de Kyoto cogimos un tren expreso hasta Osaka. Como siempre, tocó ir de pie. Por eso normalmente prefiero el tren はるか (haruka), porque voy sentadito tranquilamente. Pero claro, es más caro y mi compañera de viaje no tenía el Japan Rail Pass.

Nos plantamos en Osaka y desde allí cambio al Loop para ir hasta ShinImamiya. Después había que cambiar a un tren privado y tocaba pagar. Compramos el billete combinado de tren, funicular y autobús y además obtener varios descuentos (tal vez no hubiera sabido hacerlo sólo...).

Tren hasta Gokurakubashi (puente hacia el cielo) y luego funicular (con una pendiente considerable) hasta nuestro destino Kouyasan.

Desde allí seguimos el camino de las Peregrinas, una ruta de unas 3 horas que nos llevaría por la montaña y algunos templos. El camino fue fácil y con unas vistas preciosas. La niebla hace que la montaña tenga un aire espiritual, además de que es destino de multitud de peregrinaciones desde todo el país (debido a los numeroso templos).

Se me hizo muy corto. Entre la charla (en inglés y un poco de mi limitado japonés), que el camino no era muy complicado y las impresionantes vistas sin darnos cuenta estábamos en el punto final. De camino vimos algunos templos, pero sobre todo altares shinto. Destaco sobre todo que hicimos la excursión totalmente solos. No es muy habitual mirar a tu alrededor en Japón y no ver a nadie, siempre hay mucho gente para todo!

Comimos en un restaurante baratillo en la montaña. Curry con arroz para mi ya que todavía no había probado aquí. Antes de volver a Kyoto decidimos ver un templo grande que nos pillaba de camino. Qué decisión más buena! Creo que es el mejor jardín zen de piedras que he visto (incluso superando al Ryoanji de Kyoto). Por supuesto, la tranquilidad de no tener decenas de personas alrededor también ayuda. Tomamos té en una gran sala habilitada para ello con tatami y arreglos florales. Muy bonito!

Después de esto, autobus, funicular y tren para Kyoto. Una excursión que recomiendo si se desea ver cosas chulas y caminar por la naturaleza con muuucha tranquilidad!

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