viernes, 31 de julio de 2009

Bye bye New York. Hello San Francisco!

Como estaba previsto hemos madrugado bastante para ir al Kennedy (así llaman los neoyorquinos al aeropuerto JFK). En teoría el SuperShuttle debía recogernos de 6:45 a 7:00, nosotros estábamos haciendo el checkout del hotel a las 6:30 cuando justo ha llegado la furgoneta...

La idea del SuperShuttle es que sale más barato porque se comparte con otros clientes. Es decir, la furgo recoge hasta 11 personas (unas 6 en nuestro caso) y después las deja en los diferentes terminales del aeropuerto. Para 1 persona es ideal en cuanto a precio, con 2 personas todavía sale a cuenta pero por poco.

Pero ha merecido la pena. El "conductor del infierno", que así llamo al hombre que nos ha llevado hasta nuestro destino, podría haber salido de cualquier canción rap: afroamericano, cabeza rapada, mirada desafiante... El trayecto en coche Manhattan-Aeropuerto puede hacerse en 45 minutos, a nuestro conductor le bastan 15 y eso a pesar de los otros j*didos conductores que sólo se interponen en su camino. Ha conducido a una velocidad endiablada, ha cambiado de carril a volantazo para coger una salida, ha insultado al resto de conductores, les ha echado bronca, les ha mirado mal, les ha pitado hasta dejar la bocina seca, incluso ha hecho amagos de chocar contra otros porque han tenido la valentía de responderle.
Vale, alguno pensará que en Barcelona es lo mismo... Nope, ni por asomo... El tipo lo hacía con una chulería y una agresividad que era para flipar. Sólo le faltaba sacar la pistola y apuesto lo que sea a que la llevaba. La última pasajera ha dicho "wow! we're here. we're alive!" (estamos aquí, estamos vivos!).

Una vez repuestos del susto y llegados a la Terminal 3 de Delta, nos quedaba hacer checkin: una cola enorme que no avanzaba, mucha gente, caos. Creo que ha sido la peor organización que he visto en un aeropuerto. Hemos tardado más de 1 hora en facturar. Ah! Y nos han cobrado $15 por maleta, para rematarlo! Por supuesto, después nos quedaba el ritual de quitate-los-zapatos-cinturón-y-saca-el-ordenador-de-la-funda (otros 20 minutillos de nada).

Y todavía nos quedaba un vuelo de casi 6 horas hasta San Francisco. Afortunadamente, el servicio de Delta ha estado ahí para hacernos el viaje agradable:
  • Refrigerios: cocacola y cacahuetes
  • Entretenimiento: todas las películas a $6 y las series de TV a $2
Conclusión: El servicio de Delta ha sido pésimo y no recomiendo usar esta compañia, al menos para vuelos internos.

Una vez hemos llegado a San Francisco todo ha ido bien: hemos cogido el AirTrain para enlazar con el BART (un servicio de tren que cubre la ciudad y la bahía) y éste nos ha dejado a unos metros del hotel.

Y justo cuando estamos entrando al lobby, oigo una voz que me llama. Un profesor de la UPC que trabaja en el mismo departamento que yo (Ramón)... Me he quedado tan flipado que no he llegado a reaccionar. Casi imposible encontrarnos en Barcelona y coincido con él en una calle perdida de San Francisco! Está claro que el mundo es un pañuelo (y nosotros somos los mocos)...

El hotel no está mal, pero la habitación es bastante más pequeña que la de NY y la conexión es de pago... Hoy he soltado los $10 pero en un Starbucks me han comentado que en Union Square es gratuita, así que mañana me iré para allá.

Enseguida nos hemos ido a comer y a dar un paseo para hacernos una idea de la ciudad. Yo estuve hace muchos años, pero prácticamente no me acuerdo de nada. Hemos cogido la calle Powell desde Market St y hemos llegado hasta Embarcadero. Un trayecto que se hubiera hecho en media hora sino fuera por las cuestas de casi 30 grados...

En Embarcadero ves el Oceano Pacífico, el Golden Gate y el Pier 39. Creo que sólo hace falta explicar esto último, no? El Pier 39 es un muelle muy comercial lleno de tiendas y restaurantes con mucho ambiente. Ah! También hay morsas gritonas (en el agua y encima de unas plataformas).

Como tenía sed después de tanto caminar, he decido tomar una cervecita. Para la ocasión he elegido una Sierra Nevada de tirador. La primera que me tomo en su tierra natal: California. Me ha sabido a gloria y Justi ha llegado poco después con un dulce de chocolate y plátano realmente bueno. Ahora tengo que encontrar uno de los bares donde sirven la Torpedo, la IPA (Indian Pale Ale) de esta marca y que todavía no he catado.

Y finalmente hemos continuado dando un paseo largo por los muelles hasta llegar a Market y de ahí a nuestro hotel. Una horita y media de nada. Justi estaba agotada y en el momento que escribo esto está durmiendo plácidamente. :)

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