
En el aeropuerto nos instruyen con las reglas de seguridad (son un poco diferentes al avión, por supuesto). En este caso, el salvavidas se lleva encima siempre en una bolsita con su cinturón correspondiente. Todos teníamos auriculares y micrófono.
Nos acompañaban en el viaje una pareja de colombianos y otra de Madrid. Nos tocó sentarnos detrás (hubiera molado delante) pero las vistas también eran buenas.
Prácticamente no se habló durante el trayecto. Seguro que con un grupo de americanos no se hubiera parado de charlar!

Hay mucho ruido, pero con los auriculares ni te enteras. Nos ponían una musiquilla y de vez en cuando la cinta saltaba para contarnos algo o bien lo hacía el piloto. Pese a tener apellidos españoles hablaba muy poco nuestro idioma, pero se defendía.
Llegar y ver al Cañón desde el aire es una experiencia inolvidable. Ver las diferentes capas de sedimentos y las formas recortadas realmente merece la pena. La presa y el río Colorado también molan!

Una vez volvemos y descansamos, repasamos la table de estrategia (básica) para el BlackJack. Llego a ganar hasta $15 (recordad que la apuesta mínima es de $1), mi apuesta máxima es de $4 ($2 doblando o después de un split), finalmente mis ganancias netas son de $4 y mucho divertimento. Justi no tiene tanta suerte con la cartas pero no pierde mucho. La verdad es que resulta ser bastante entretenido. La dealer es japonesa y muy simpática, así que aprovecho para practicar el idioma! El "boss pit" (jefe de zona) es bastante divertido y canta y se mete con nosotros. Los compañeros jugadores son bastante agradables también y dan conversación. Desde luego, es lo que hace que sea interesante jugar, porque con estas apuestas no nos vamos a hacer ricos (ni lo pretendemos).
Después de la excursioncita vamos a recoger las entradas para O, otro espectáculo del Circo del Sol que nos han recomendado los colombianos. Cenamos en Japonais, un restaurante en el Belaggio, bastante chulo (aunque algo ruidoso). Nos lleva a la mesa una chica rubia 10 e incluso nos pone la servilleta. Los precios son acordes al nivel de servicio y de hecho, damos la propina más alta de todo el viaje. El vino más barato son $44 + tasas. Nosotros elegimos un Sirah californiano que resulta realmente sabroso, y la comida también!

Después del show, nos vamos al Mirage ya que apetece mover el esqueleto. Después de mirar la guía había pensado en Jet, un club grande con muy buena pinta. Craso error... Llegamos tarde porque el show empezaba a las 10:30, así que nos dirigimos a la disco a eso de 12:00. Encontramos una cola no muy grande para entrar, pero no se mueve. Finalmente entramos después de darle una "propinilla" al portero. La cosa funciona así... si no sobornas al tipo no entras, al menos a esa hora.

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